Encontrar la temperatura recomendable para estar en casa no es una tarea fácil, ya que depende de diversos factores, como el tamaño de la casa, el aislamiento, las preferencias individuales y las condiciones climáticas. Sin embargo, existen pautas generales que pueden ayudarnos a mantener un ambiente confortable sin gastar demasiada energía ni perjudicar al medio ambiente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que la temperatura ideal para una persona de edad media y con buena salud física se encuentra entre los 18° y 21°. Sin embargo, esto puede variar según las necesidades y preferencias de cada individuo. Es importante tener en cuenta que cada persona tiene su propia sensación térmica y que lo más importante es buscar un equilibrio entre el confort y la eficiencia energética.
Durante el día, se recomienda establecer una temperatura en el rango de 20º a 21º en el hogar. Si se viste ropa de abrigo cómoda, es posible evitar elevar la temperatura aún más. Por la noche, es aconsejable bajar las persianas y correr las cortinas para evitar fugas de calor y mantener la temperatura interior. En caso de que la vivienda no esté correctamente aislada, se puede mantener el termostato entre 15º y 17º durante la noche, pero lo ideal sería apagarlo.
Es importante tener en cuenta que cada grado adicional de temperatura aumenta el consumo energético en un 7 % y también aumenta las emisiones de CO2. Por lo tanto, es recomendable buscar un equilibrio entre el confort y la eficiencia energética, evitando temperaturas excesivamente altas.
Además de las recomendaciones generales, hay otros factores que influyen en la temperatura recomendable para estar en casa. La edad y el estado de salud de las personas que viven en el hogar son aspectos importantes a considerar. Para bebés, ancianos y personas con enfermedades que debiliten su sistema, se sugiere aumentar la temperatura hasta unos 22º a 24º durante el día y no menos de 18º durante la noche.
El clima exterior también juega un papel importante. Los fenómenos meteorológicos pueden afectar la temperatura interior, especialmente si la vivienda no está adecuadamente aislada. En caso de condiciones climáticas extremadamente frías, puede ser necesario mantener el termostato activado para contrarrestar el enfriamiento rápido de la casa.
En zonas húmedas, como las costeras, la humedad también influye en la sensación térmica. Mantener una humedad relativa entre el 40 % y 50 % puede ayudar a regular la temperatura de manera adecuada y evitar problemas de salud relacionados con la humedad.
No existe una temperatura exacta y precisa que sea recomendable para todos los hogares y personas. Es fundamental buscar un equilibrio entre el confort y la eficiencia energética, adaptando el hogar correctamente y utilizando sistemas de control de temperatura eficientes. En Greenhaus apostamos a disfrutar de un ambiente confortable sin comprometer el medio ambiente ni nuestros bolsillos.
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