Por su tecnología y su funcionamiento, las calderas de condensación son uno de los sistemas más eficientes para generar calor y agua caliente sanitaria ya que utilizan el gas como combustible. Anteriormente, les contamos algunos de sus beneficios y por qué son la elección ideal para tu hogar. Se ha dicho mucho de ellas, por eso hoy queremos hablar acerca de 5 mitos que son falsos acerca de las calderas de condensación:

Mito 1: Su instalación es muy complicada

Se dice que la salida de gases de las calderas de condensación dificulta su emplazamiento. La única diferencia que existe entre la instalación de una caldera de condensación y una convencional es la colocación de un desagüe para los condensados y ¡solo es una conexión más de PVC!

En cuanto a la salida de humos o gases, los gases de las calderas de condensación de alto rendimiento se emiten a temperaturas relativamente bajas, lo que producirá vapor de agua. Solo hay que tener la precaución de ubicar el terminal de salida de gases donde no resulte molesto.

Por otra parte, las calderas de condensación se pueden colocar perfectamente en instalaciones de calefacción antiguas. Se lleva a cabo una buena limpieza del sistema de calefacción con agua. Además, como en cualquier reposición de caldera, hay que tener en cuenta que el sistema de regulación y, en su caso, la instalación de un acumulador sean los adecuados para un buen rendimiento del sistema.

Mito 2: Son difíciles de mantener y reparar

Las calderas de condensación siguen el mismo principio de funcionamiento para calefacción que las calderas convencionales. Todo es accesible desde el frente, incluso el vaso de expansión. 

Mito 3: Fallan con más frecuencia 

Son muy fiables. Desde el 2015 solo se permite fabricar calderas de condensación debido a su alto rendimiento, su bajo consumo y las bajas emisiones de CO2 y NOX.

Mito 4: No se ahorra mucho dinero en la factura del gas

Se ahorra hasta un 30 %. Un rendimiento del 100 % frente a rendimientos de hasta un 90 % que alcanzan las calderas tradicionales se traduce en ahorros en la factura energética de entre un 15 % con radiadores convencionales, hasta un 30 % con elementos que trabajan a baja temperatura. 

Mito 5: No contaminan menos

Una mayor eficiencia se traduce en menos consumo de gas. Las calderas de condensación reducen la cantidad de emisiones a la vez que se reduce el consumo de gas. Estadísticamente el impacto medioambiental del uso de la energía en el sector doméstico es responsable de más del 25% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Las calderas de condensación reducen la cantidad de emisiones a la vez que se reduce el consumo de gas.

Después de desmitificar lo que se dice de las calderas de condensación, las razones sobran para elegirlas para tu hogar. Nuestro equipo profesional te asesorará para elegir la que mejor se adapte a tus necesidades. ¡No dudes en consultarnos!