Las calderas de condensación son, en la actualidad, las calderas que mejor aprovechan la energía en procesos de combustión a escala doméstica y terciaria.
Si bien las calderas de condensación son similares a las de gas tradicionales, hay algunas diferencias entre ambas.:
- Aprovechan el vapor del agua
La principal diferencia con respecto a las convencionales, es que la caldera de condensación emplea la precipitación del agua resultante de la condensación, por lo que la temperatura de salida de los gases residuales se pueden disminuir más. Las calderas de condensación permiten recuperar parcial o totalmente el calor asociado al vapor de agua contenido en los gases de combustión. - Consumen menos gas
La tecnología de condensación aprovecha el gas de un modo más eficiente. Puede representar un ahorro de hasta el 40% con respecto a las calderas convencionales. - Colaboran con el medio ambiente
Al consumir menos gas, reducen el consumo de combustible fósil y las emisiones de CO2. Además, son excelentes para trabajar en conjunto con instalaciones de energías renovables como la solar.
El ahorro energético que provee la caldera de condensación beneficia al medioambiente y a tu bolsillo, al ver disminuido el consumo de gas. ¡Y colaborás con el planeta!
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